sábado, 5 de junio de 2010

Demasiadas Inseguridades


Más animada que de costumbre, con un trabajo ya más que necesitado, que creo que es lo que me ha hecho estabilizarme, algo. Digo algo porque no es lo que me gusta hacer, si es cierto que deja bastante dinero, lo cual es una gran tranquilidad, pero tiene muchos otros inconvenientes, de los cuales prefiero no hablar en este momento.
Animada y con crisis de ansiedad, es algo contradictorio, será la casa, el niño que cuesta educarlo como me gustaría, el Sr. Desesperado que parece otro, que desde que trabajo está más pendiente de mí, y aún así el sufrí un ataque de ansiedad o de pánico, la verdad es que no sé que fue, pero lo pasé mal.
Necesito tener cierto control sobre las cosas y cada día se me hace más difícil conseguirlo.
Son tantas las ansiedades que tengo, el dinero, el trabajo, mi familia... Miedos y temores, y pienso que ya no tengo 15 años para estar con esas inseguridades, que la vida va resolviendo y que no es todo tan negro.
Como explicar que por mucho que las cosas parecen que mejoran, hay algo que lo vuelve más negro, seguramente soy yo, sí, la que no quiere cambiar o ser feliz, o no preocuparme, pero me es imposible de dejar de darle vueltas a las cosas.
Son los tiempos que corren, la inseguridad está en el aire, desahuicios, desempleo, separaciones... no paro de escuchar ese tipo de cosas y no sñe porqué tengo un miedo atroz a todo ello.
Pero no todo es tan malo, el lunes tengo una entrevista de trabajo, de "lo Mío" pocas horas y poco sueldo y seguro que mucho trabajo, no sé, habrá que ver que ocurre.
Y ese bebé, el que tiene que venir, el que sabemos que quizás pronto sea una realidad, y no lo tengo claro, no sé si soy buena madre, si seré mejor madre de 2, si no me alejaré del Sr. Desesperado, o él de mí, y las condiciones económicas ahora no son las mejores.
Demasiadas dudas.

Mujer Desespearada.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Esclava de todo


Anhelos de volver a trabajar, de sentirme más que una esclava, una esclava de mi casa, un esclava de mi hijo y una esclava de mi marido, que por mucho que estemos en el siglo XXI, que digan que las cosas han cambiado no lo creo, sinceramente no, por una sencilla razón, el hombre, el varón que quiere tener las mismas comodidades.

Quiero trabajar para dar de mí, para ser respetada y que se valore mi trabajo, sentirme mejor conmigo, porque hay veces que me planteo ¿seré una buena esposa? ¿una buena madre? pues no lo sé, y eso es por estar esclava en la casa, por no ver avances en mi matrimonio, por enfadarme con mi hijo por mi propia frustración, por no poder ser Yo Misma.

Quizás encuentre un trabajo, bueno tenía uno con muy mal horario pero por otros motivos no ha podido ser, me dice mi Sr. Desesperado "tienes que trabajar, que no llegamos" digo yo "ya, ya lo sé", jeje, pero cuando ve que me voy y que sus funciones, responsabilidades van a aumentar mucho, ya "porque no dices que no" ja-ja, eso me hace gracias, que bien se vive con una señora en casa que se ocupe de TODO, ehhh!!, si, si.

Realmente espero poder tener una autonomía económica, para sentirme útil y no tan atada, que por eso he estudiado muchos años, porque quiero trabajar, porque además adoro mi trabajo.

Mujer Desesperada

viernes, 24 de julio de 2009

Dices que vas a cambiar.


De verdad que cansada estoy de ser siempre la víctima, la mujer perfecta, aquella que todo hombre quiere y desea, sumisa, callada, sin decir, sin opinar, sin ser nada más que madre y mujer, que no se valore todo mi esfuerzo por estar en casa y educar a nuestro hijo.

No siempre ha sido así y no lo es de forma natural, pero en momentos siento esa necesidad de gritar de decir todo lo que pienso, de lo cansada que estoy de su familia (íntegra), de su egoismo como hombre y como padre, de sus críticas, de sus miradas, de su alterego, de su... del Señor Desesperado.

Hoy estoy enfadada, porque no se pueden decir cosas y luego intentar que la otra persona las olvide "mejor dejarlo en el pasado" "perdóname, voy a cambiar" de que sirve toda esa charlatanería si a los días volvemos al mismo punto de partida.

Todo porque quiere la vida de antes, de antes de nuestro hijo, de poder tener los mismos momentos de ocio que tenía (y que a mi modo y entender sigue disfrutando) de dormir plácidamente (idem de idem)... si, de todo lo que yo si que me he privado por ser madre y que él ni de lejos se aproxima.

En algún momento toda esa paciencia, que como dice mi abuela toda mujer debe tener, va a llegar a su fin, y entonces... realmente no sé cuales van a ser las consecuencias.

Mujer Desesperada.

sábado, 30 de mayo de 2009

Un dolor en mí


Ha pasado el tiempo y aún siento dolor por la separación de mis padres, por lo que aconteció entonces, lo que transcurrió después y el ahora.

Muchos años de discusiones, discusiones como las de cualquier otro matrimonio, donde la mujer, madre de familia, esposa y amante requiere más atención de su esposo; un hombre, el cual no es suficiente su numerosa familia, ni su espléndida mujer, ni está conforme con su condición de hermano pequeño sin estudios universitarios, ni con un trabajo fijo, no nada es sufiente y busca fuera del hogar aquello que no encuentra en su interior, una felicidad que no existe, o que tan sólo lo hace en su cabeza.

Palabras demasiado bastas para un jovencita que sigue creyendo en el amor, en el respeto y en la familia, demasiada carga.

El peso de mamá, tan sola y deprimida, tan perdida en sus pensamientos, en esas noches de llantos, en esas horas fijas ante una pantalla de ordenador apagada, tantas conversaciones sin sentido, centrífugas, ejes de una espiral que no cesa. Control de medicinas, control en el trabajo de mamá, control de la compra, de la casa, de mis hermanas, la universidad, necesitaba gritar! pero no tenía tiempo, muchas responsabilidades que tenía que cumplir.

Una vida solas, mujeres empezando de nuevo, y yo la cabeza de familia, empecé a sentirme madre de mi propia madre.

Lejanía, mamá tiene que estar cerca mía, necesito cuidarla. Problemas con el Sr. Desesperado, de nuevo sola, sola, pero con un rumbo, sin definir pero iba por el camino.

Mamá feliz, mamá dinámica, mamá vuelve a sentirse joven, a ser feliz, a creer en el amor, en la vida, y sobre todo en ella misma.

Papá triste, con una mujer que él elegió por que es joven y quizás le recuerde una época mejor, en la que estaba enamorado de mamá, siempre lo estuvo y siempre lo estará, ella también.

Ahora una ocasión para celebrar en familia y hay cambios, ya no es papá y mamá, nunca lo serán más en esa unión que hace unos años lo fueron.

Mujer Desesperada

lunes, 25 de mayo de 2009

"¡¡Mamá!!"


De los nervios, así estoy.

Sé que siempre quise ser madre, que mi hijo lo es todo para mí, que su embarazo fue muy duro, que su nacimiento muy doloroso y los días posteriores horribles. Pero, ahora que ya pasó todo, que está en esas edad tan difícil, defiendo su Yo e intentando anteponerlo ante cualquiera, sobre todo ante mí.

Agotada de los madrugones, del poco descanso, de no tener otra cosa en la cabeza que no sea él y su "mamáaaaaaa".

Necesito un descanso, antes creia que el trabajar me iba a relajar, pero no fue así, fue peor, la carga de la casa, del niño, del Sr. Desesperado, la compra, los gastos, la guardería y el trabajo (la Bruja de la Jefa, la golfa de la compañera y los malos entendidos) me causaron un gran estrés y ansiedad, por lo que no fue la mejor solución.

Ahora de nuevo de Mamá, maruja y mujer, no me va del todo mal, pero necesito un descanso, un tiempo para mí, en el que no haya niño, Sr. Desesperado, trabajo, quehaceres domésticos, quebraderos económicos... un sueño!

Hacer un viaje, un crucero o simplemente unos días de paz en un lugar lejano, en Escocia, todo verde, con esa brisa fresquita, ese océano a los pies, la playa gris, un bosque para caminar, un lago que contemplar, un amanecer lleno de rocío, un atardecer a los pies de una colina...

Sólo un sueño.
Mujer Desesperada

Mujer Deses

miércoles, 8 de octubre de 2008

Mi relación, nuestra relación


A veces me siento agotada de pelear por pelear, de que estemos enfadados por cualquier motivo, por muy banal que resulte.

Cansado de estar todo el día trabajando, cansada de estar en casa prácticamente 24 horas, pero ¿no es esa la vida que tenemos? y muy parecida a la que siempre habíamos querido. Él un buen trabajo, tal y como está la situación en estos momentos, y yo sin trabajar y haciéndome cargo del bebé y de la casa, aún así parece que no estamos conformes.

Puede que sea de la propia relación, del individuo como tal que no es lo que esperaba de la otra persona, que se ha cansado de convivir como un matrimonio. Y se supone que es lo que hemos soñado durante muchos años, poder compartir nuestras vidas, nuestra familia en nuestro hogar.

Realmente yo intento cambiar, ser menos quisquillosa, estar más pendiente de sus necesidades, y aún así él se enfada por lo que sea, se enfada conmigo. No quiere que hablemos del tema, dice que siempre digo lo mismo, que si que hay comunicación entre nosotros, que me sigue queriendo, que es feliz... pero a mi no me lo parece, o al menos sus actos y su actitud demuestran justamente todo lo contrario.

Incluso por él estoy de mejor humor con su familia, los acepto a diario en mi casa, en el parque o donde quiere que estemos el bebé y yo, sin miramientos ni malas palabras. ¿Me compensa tanto esfuerzo? a veces creo que no, que no merece la pena luchar cuando la otra parte se cierra en sí misma y no quiere dialogar.

¿Qué más puedo hacer?

Mujer Desesperada

lunes, 1 de septiembre de 2008

Recuerdos

Recuerdos que se agolpan en mi interior sobre situaciones que pudieron ser y que no fueron.

Recuerdos sobre personas que
hoy no sé nada de sus vidas, ni de ellas, ni de cómo están, cómo se sienten, sólo recuerdos de un pasado.

Recuerdos felices sobre acontecimientos puntuales.

Recuerdos tristes de aquellos momentos que a veces quieres olvidar, borrar de tu mente para que nunca más vuelvan.

Recuerdos que no quieres haber tenido.

Recuerdos que desearías tener, bien porque la memoria organiza y guarda a su antojo y esos los destruyó, o porque no pensabas que fueran importantes y los desechaste.

Recuerdos de mi infancia, una infancia feliz pero muy marcada por situaciones que no deberían haber ocurrido o quizás debería haber sido de un modo diferente, pero fue como fue.

Recuerdos en la distancia y sobre la misma.

Recuerdos al teléfono.

Recuerdos sobre papel.

Recuerdos con personas amadas.

Recuerdos compartidos, que se reviven una y otra vez.

Recuerdos imposibles de recordar. Tales como escenas infantiles o nunca vividas en primera persona pero que de tanto escucharlos los has interiorizado de tal forma que parecen vivencias propias y recuerdos propios.

Sólo Recuerdos.

Mujer Desesperada

viernes, 22 de agosto de 2008

Círculo de agonía


Hay días en los que me siento tremendamente agobiada. Ayer por ejemplo fue uno de esos días.

Primero que ya no estoy de vacaciones, se terminaron las visitas, la familia y demás, vuelvo a mi hogar con mi bebé y el Sr. Desesperado a trabajar.

Sé que es un lujo el poder estar cuidando yo de mi niño, no tener que estar trabajando y perdiéndome momentos de él, aún así me agobio tener que estar todo el día en casa, porque claro que puedo salir a pasear pero sola con el nene, la gente trabaja, tiene obligaciones, no pueden estar a nuestra disposición. Está la opción de que se lo quede la madre del Sr. Desesperado (Sra. Desesperante), pero para mi no lo es. Mi madre llega de trabajar por la tarde y podría salir con el niño, pero tampoco me apetece estar sin él.

Con lo cual todo esto es como un círculo vicioso, ya que me agobio, sin embargo no delego.

Ayer vinieron mis suegros (Srs. Desesperantes) por la mañana a ver al niño, llegaron a eso de las 10 y media, al momento vino el electricista, luego los albañiles... y sobre la una se fue todo el mundo... Estaba agotada de tanta gente, despertaron al peque, sólo querían tenerlo en brazos, así que cuando nos quedamos solos quería los mismo que le habían dado hasta ese momento, y yo tenía que ocuparme de otras mil cosas que se habían ido quedado sin hacer.

Por la tarde los
Srs. Desesperantes volvieron con un regalo para el chiquitín, un regalo genial (qué ironía) un TAMBOR... Por favor, si no tenía ya poca tranquilidad para colmo de males ésto.

Estoy Desesperada.

Mujer Desesperada

jueves, 21 de agosto de 2008

Mi no Fe


A veces me planteo que realmente no somos nada y lo somos todo, una reflexión de esas que te torturan, porque no llego a ninguna conclusión.

Intentas hacer bien, ser feliz, querer a tus padres, familia, pareja, hijos, ser buena trabajadora, ama de casa y aún así te siguen sucediendo desgracias, y a mi no me sirve eso de decir que el destino o pensar en una religión, ya que el tema de las religiones lo dejé apartado hace muchísimos años.

Antes de hacer la primera comunión ya me planteaba si existía un Dios, yo le decía a mi madre que creía que ese Dios era algo que había en nuestro interior una especie de conciencia, si, ahora lo asemejaría a la conciencia que tenemos del bien y del mal, el poder de amar y de querer, de ser bondadosos, de perdonar, pero con el paso de los años, que no pasan el balde, me he dado cuenta de que no hay tal Dios, al menos yo no lo encuentro en mi interior, sólo existo yo y las cosas y personas que me rodean, busqué esa Fe, sobre todo por mis abuelas, por no decepcionarlas, ya que ellas son muy creyentes, fieles a unos principios inculcados desde pequeñas, unas tradiciones que pesan más que sus años. Pero no hallé nada, así que decidí dejar de pensar en la religión.

Pero en momentos como los de ayer en los cuales hay una gran tragedia me lo vuelvo a plantear, ¿realmente existe alguien o algo más poderoso, capaz de consentir esto? personas que rezan ¿para qué?

No puedo creer, no tengo esa Fe y menos con lo que veo.

Mujer Desesperada


martes, 19 de agosto de 2008

En mis sueños


De nuevo lo he recordado, un sueño extraño en el que se podía ver más allá de esa simulada realidad.
Hace ya muchos años que lo conocí, mi primer año de instituto, al igual que el suyo, amigo de mi entonces novio. Un año que fue demasiado difícil para mi, y en el que aprendí a querer a los buenos amigos como él.
Pasamos infinidad de horas juntos, hablando, riendo, casi llorando...
Pero en ocasiones se pueden mal interpretar los sentimientos o más bien el roce hace el cariño, creo que fue eso lo que le pasó, había sido el mejor amigo de mi entonces ex, y quizás el papel de mi confidente, de la persona más cercana a mi a la cual le podía contar todo lo confundió, o quizás fuera el cúmulo de horas y de momentos y de conocernos tanto lo que le "enamoró"
Yo sin embargo no sentía lo mismo por él, además ese año conocí a mi actual pareja y todos los demás hombres pasaron a un segundo plano.
Desde aquel verano ya no volvimos a hablar, sólo se me aparece en sueños diciendo lo que pudo ser, lo que me quería ofrecer, con ese increible corazón.
Y esta noche de nuevo ha vuelto. Un sueño en el que yo elegía estar con él, hasta que me dí cuenta de que yo ya hice hace muchos años mi elección, y que ya no se puede cambiar, que quiero a mi marido y que deseo estar con él.
Me habré perdido tantas y tantas cosas por mis elecciones, no sé si fueron las acertadas o no, pero son las que son y feliz soy con ellas.

Al menos lo sigo teniendo algunas noches.

Mujer Desesperada